viernes, 8 de julio de 2011

ESTRES ACADEMICO


Los tipos de estrés suelen ser clasificados tomando como base la fuente del estrés (en términos de Orlandini, 1999, "el tema traumático), en ese sentido se puede hablar del estrés amoroso y marital, del estrés sexual, del estrés familiar, del estrés por duelo, del estrés médico, del estrés ocupacional, del estrés académico, del estrés militar y del estrés por tortura y encarcelamiento.
Con base en esa tipología y su consecuente criterio de clasificación, podemos afirmar que el estrés académico es aquel en que sus fuentes se encuentran básicamente en el ámbito escolar.
A esta definición hay que hacerle dos acotaciones importantes para poder llegar a una mejor definición:
Esta definición se circunscribe al estrés que padecen los alumnos a consecuencia de las exigencias endógenas o exógenas que impactan su desempeño en el ámbito escolar. En ese sentido diferimos de Polo, Hernández y Poza (1996) que consideran que el estrés académico puede afectar por igual a maestros y alumnos, ya que en el caso de los maestros su estrés debe ubicarse como estrés laboral u ocupacional.
A pesar de que Orlandini (1999) no establece una diferencia entre los niveles educativos que cursan los alumnos al momento de clasificar el estrés como académico, la literatura existente sobre el tema sí lo realiza, por lo que suele denominar estrés escolar (v. gr. Witkin, 2000 y Trianes, 2002) a aquel que padecen los niños de educación básica, por lo que en esta investigación se entenderá por estrés académico solamente aquel que padecen los alumnos de educación media superior y superior.
Con base en estas acotaciones, estamos en consideración de proponer la siguiente definición de estrés académico:
El estrés académico es aquel que padecen los alumnos de educación media superior y superior y que tiene como fuente exclusiva a estresores relacionados con las actividades que van a desarrollar en el ámbito escolar.
Aunque todas las personas manejan un nivel de estrés, la vida de un estudiante está rodeada de múltiples factores que representan una carga de tensión que puede desencadenar estrés estudiantil, el cual, si no se detecta y trata adecuadamente, puede ocasionar bajo rendimiento académico y desencadenar enfermedades.


“La identidad universitaria es una exigencia en sí, le dicen al joven: Ya tienes 18 años, ya compórtate como todo un profesional; además, en esta etapa de la vida son adolescentes tardíos, aún están definiendo su identidad sexual, dónde quieren vivir y con quién, se cuestionan de manera mucho más firme, con posturas intelectuales, religión, política, etcétera”.

“El estrés estudiantil está asociado al ritmo y las demandas de un estudiante universitario, que tiene exámenes, debe preparar clases y entregar trabajos”, explica Verónica Gómez, asesora psicológica del Departamento de Asesoría y Prevención de la Dirección de Asuntos Estudiantiles del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México.
El estrés es una reacción que pone en alerta al organismo para alguna acción, y cotidianamente acompaña nuestras actividades. 

Otra situación que puede generar esta reacción en los alumnos son los primeros ingresos, porque se trata de un cambio importante, de la prepa a la universidad, que requiere un tiempo de acomodo a un nuevo ritmo de estudio, de alimentación o para hacer nuevos amigos.

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